REFERENDUN CATALAN

Hace unos días, se celebró, en 166 municipios catalanes un referéndum informal - ilegal diría yo - acerca de la independencia de Cataluña con una participación mediocre y un resultado adulterado por la admisión al voto de extranjeros y menores de edad, en el que, ni siquiera la cuarta parte de la población censada en estos municipios, se haya manifestado favorablemente a esa pretendida independencia. Así pues, la valoración política de este referéndum puede calificarse como un fracaso del nacionalismo en su intento de generar un problema institucional. No obstante,esto no quiere decir que los independentistas Catalanes vayan a persistir en sus acciones de propaganda para desestabilizar la democracia en España. Concretamente la pregunta planteada en el referéndum era: ¿Quiere que la nación catalana se convierta en un Estado de derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?, de esto se traduce la idea de la permanencia dentro de la U.E., de forma que en lo referente a las relaciones comerciales, no habría ningún cambio institucional con la secesión. Pero esta estabilidad no resulta tan fácil debido a que: - La Unión Europea la forman Estados de manera que las regiones que forman parte de estos, se integran en el espacio europeo a través de ellos. - En los tratados de la Unión, no esta previsto, en ningún caso, la posibilidad de secesión de algún territorio, por tanto,en caso de producirse dicha secesión, la región que formara un nuevo Estado quedaría fuera -tenemos el precedente de Argelia, que hasta 1962 era un Departamento de Francia-. - En consecuencia, la secesión de un territorio y la formación de un nuevo Estado, implicaría para éste, si quisiera formar parte de la Unión Europea, la necesidad de proceder a la negociación de su adhesión, y esto requeriría de un plazo no inferior de cinco años, y si además se planteara la entrada en la Unión Monetaria Europea, este plazo podría duplicarse facilmente. Quedaría establecida una frontera económica, además de política, entre esta región y España, así como con respecto a los demás países de la Unión, y estas fronteras económicas implican costes para las transacciones comerciales. - Las exportaciones de Cataluña hacia España experimentarían un aumento de precio. -Las exportaciones catalanas hacia los demás países de la Unión, en virtud del arancel y los costes de transacción, se encarecerían. - Por tanto Cataluña experimentaría con la independencia una gran caída y pasaría de ser la región más rica de la media española- 24020€ por habitante- a ser una Nación más pobre que esa media, podría decirse que los catalanes- salvo que abandonen su Nación-se empobrecerán hasta llegar a un nivel equivalente al que actualmente gozan los ciudadanos de Ceuta, Con una Cataluña independiente, sus ciudadanos descubrirán que el negocio que les propusieron los nacionalistas con su referéndum no era el de la felicidad sin limites, sino el de una espiral de pobreza.